Muhammad (SAAWS), hijo de Abdul·lâh, nació en La Meca en el año 570 A.C. aproximadamente. Fue conocido entre su pueblo por Al-Amîn (“el fidedigno”).
Cuando Muhammad cumplió la edad de 40 años, el ángel Gabriel se dirigió hacia él con la revelación. Al principio, Muhammad recibió instrucciones de enseñar el Islam a su familia más próxima, incluyendo a su esposa Jadiÿa, y después se le reveló que debía empezar a transmitir el mensaje a toda la humanidad.
En los años posteriores, comunicó el mensaje de Al·lâh a los demás, fue un ejemplo a seguir y estableció un maravilloso papel a seguir por la humanidad. En el año 632, el profeta Muhammad dejó este mundo a la edad de sesenta y tres años.
El Profeta Muhammad (SAAWS) es conocido como “el sello de los profetas”. Fue el último profeta y fue enviado para confirmar toda la verdad que había sido revelada antes de él, incluyendo el evangelio original de ‘Îsa (Jesús).
El Noble Corán testifica que:
“Muhammad es el Mensajero de Al·lâh y el sello de los profetas”
(33:40)
El Profeta Muhammad dijo, confirmando el vínculo que existe entre él y el Profeta ‘Îsa –Jesús- : “La recompensa de aquél que cree en Jesús y luego cree en mí (Muhammad) será doble”. También dijo: “Yo soy más próximo a Jesús, hijo de María, que cualquier otra persona, porque no hubo ningún profeta entre él y yo”.
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En su libro, El Islam Genuino, Sir George Bernard Shaw dijo:
“Creo que si un hombre como él dirigiera el mundo moderno, habría tenido éxito en solucionar sus problemas, de forma que habría traído a este mundo toda la paz y la felicidad que necesita”.
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Y añade:
“Fue catagóricamente el hombre más notable que jamás haya pisado esta tierra. Predicó una religión, fundó un estado, estableció una nación, fijó un código moral, inició numerosas reformas sociales y políticas, estableció una sociedad fuerte y dinámica para practicar y representar sus enseñanzas y revolucionó completamente los mundos del pensamiento y la conducta humanos para todos los tiempos venideros. (El Islam Genuino, Vol. 1, 1936)
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Mahatma Gandhi dijo:
“Estoy más que convencido de que no fue la espada lo que abrió paso al Islam, en aquellos días, en el esquema de vida, sino que fue la extrema simplicidad, el total auto-borrado del profeta y el respeto escrupuloso de sus promesas, su intensa devoción hacia sus compañeros y seguidores, su intrepidez, su audacia, su confianza absoluta en Dios y en su misión. (periódico Young India)
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Wolfgang Goethe (El famoso poeta europeo) creía que:
“Él es un profeta, no un poeta, por tanto el Corán debe ser considerado como una ley divina y no como un libro escrito por un ser humano, hecho para proveer enseñanza o dar entretenimiento. (Noten und Abhandlungen zum Weststlichen Dvan, WA I, 7, 32)
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La enciclopedia británica (Vol. 12) citó:
....numerosos detalles que hallamos en las primeras fuentes demuestran que era honesto y sincero, que se había ganado el respeto y la lealtad de los que también eran honestos y rectos.”
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Thomas Carlyle, en su libro, Héroes y el héroe de adoración, dijo:
“¿Cómo un hombre solo pudo reunir entre tribus guerreras y beduinos nómadas transformándoles en la nación más poderosa y civilizada en menos de dos décadas? ”....” Las mentiras (difamación occidental) cuyo fervor se ha amontonado entorno aeste hombre (Muhammad) son lamentables sólo para nosotros mismos.
En una obra más reciente, John Esposito (un profesor universitario de religión y de asuntos internacionales, el Director del Centro para los estudios internacionales en la Universidad de la Santa Cruz, y el Director-fundador del PABT, el centro para el entendimiento entre musulmanes y cristianos, de la Universidad de Georgetown, en EEUU, destacó en su libro El Islam:
El Camino Recto, que: “Muhammad fue una de esas grandes personalidades religiosas, profetas y fundadores de religiones, cuya distinguida personalidad y carácter inspiró una confianza y compromiso fuera de lo común. Su extraordinario éxito en atraer seguidores y crear un estado-comunidad que dominó Arabia no puede ser atribuido simplemente al hecho de que era un astuto estratega militar, sino también al hecho de que era un hombre superior...los seguidores de Muhammad le encontraron sincero, un hombre de confianza, piadoso, honesto y compasivo.” (Esposito, 2004)
Además, aclaró que Muhammad no fue el fundador del Islam, ya que no instituyó una nueva religión”.
“El Islam trajo una reforma; significaba una nueva llamada a la sumisión total (El Islam) a Al·lâh y la implementación de Su voluntad tal como fue revelada en su forma completa por última vez a Muhammad, el último o el “sello” de los profetas. Así, para Muhammad, el Islam no era una fe nueva, sino la restauración de la fe verdadera....
- “Ninguno de vosotros cree realmente hasta que no desee para su hermano lo que desea para sí mismo.” “No es creyente aquél que come y llena su estómago, mientras que su vecino duerme sin haber comido”.
- • El fuerte no es aquel que tira al otro al suelo, sino aquél que se controla a sí mismo en un ataque de ira”. Ciertamente, Dios no os juzga según vuestros cuerpos o apariencia, sino que analiza vuestros corazones y observa vuestras obras de bien.
- • El mejor de entre vosotros es aquel que mejor trata a su familia, y yo soy el que mejor trato a mi familia. El mejor de entre vosotros, es aquel que mejor trata a su mujer. El mejor en el islam es el que se comporta con más amabilidad y tolerancia. Las mejores personas son las que más benefician a los demás.
Estos son sólo unos pocos ejemplos de los sabios, maravillosos y valiosos dichos proféticos.
Practicando lo que decía y enseñaba, el tratamiento y las acciones que el profeta Muhammad intercambiaba con los demás reflejaban su personalidad sublime y única y sus extraordinarias virtudes morales, misericordia, honradez, sinceridad, amabilidad, fidelidad, modestia, generosidad, perdón, paciencia, y tolerancia, entre otras nobles características. Los relatos, ejemplos y evidencias de estos maravillosos atributos personales del último profeta son tan numerosos que no habría espacio en este libro para mencionarlos en detalle. Permíteme dar solamente un ejemplo.
Después de que sus enemigos de La Meca le rechazaron y no creyeron su mensaje, el Islam... Después de haberlo perseguido, maltratado, e incluso después de haber intentado asesinarlo varias veces... Después de haber torturado y matado a muchos de sus compañeros y personas queridas... Después de haber luchado contra él y contra sus compañeros sacándolos fuera de sus hogares, propiedades y tierras....
¿Cuál fue la reacción de Muhammad hacia estos enemigos de La Meca cuando entró allí y la liberó de la idolatría y del paganismo?
En el auge de la gran victoria de Muhammad y de los musulmanes y en el apogeo de su regocijo, éxtasis y felicidad por regresar a sus hogares en la ciudad sagrada de La Meca, el profeta Muhammad reunió a sus habitantes, que temían que se les causara agravia o que se les matara, como venganza por sus anteriores abusos y matanzas contra los musulmanes.
y les preguntó:“¿Que creéis que voy a hacer con vosotros?”. Ellos contestaron: “Eres un hermano noble e hijo de un hermano noble”. A continuación, el amable, tolerante, generoso y compasivo profeta los perdonó, diciéndoles: “Ningún daño os alcanzará”, “Podéis iros, ya que sois libres” . ¿Acaso has visto antes una escena similar? ¿Acaso has escuchado antes un relato similar?
¿Acaso puedes ahora percibir la misericordia del profeta? Describiendo este evento histórico, el profesor John Esposito declaró: “Evadiendo la venganza y el pillaje de la conquista, el profeta aceptó instalarse, garantizando amnistía en vez de empuñar las espadas contra sus antiguos enemigos. Por su parte, los habitantes de La Meca se hicieron musulmanes y aceptaron el liderazgo de Muhammad, y pasaron a formar parte de la Ummah (Comunidad Musulmana).
En el lado opuesto, ¿eres consciente de cuántas atrocidades han cometido las naciones superpotentes al atacar injustamente, invadir y torturar a otros a lo largo de la historia de la Humanidad? De verdad, cuanto más descubrimos acerca de la vida de Muhammad, más llegamos a comprender su extraordinaria conducta y personalidad, y que él es quien “¡Ciertamente, ha sido enviado como misericordia para todos los mundos! (Corán, 21:107)
El Profeta Muhammad dijo: “No he sido enviado sino para dar perfección a las sublimes virtudes morales”.
Y confirmando esta verdad, el Noble Corán dice: “ [Y ciertamente tienes sublimes virtudes morales]